domingo, 28 de junio de 2009

ughh¡¡ welcome to el playon

Pásalo por Facebook Es tan difícil ser una persona de río, es tan difícil dar la apariencia de que lo único que ha pasado por las retinas de mis ojos son leguas y leguas de aguas ajenas. Ajenas a mi conocimiento y al de los demás .Este torrente es ciego de espíritu, irradiador de apariencias que los convierten en coloso. Fluye sin clemencia sin mirar a delante incluso sin mirar a las pequeñas hormigas culonas que somos nosotros. Aquella molestia en el lomo de un temible elefante que duerme al escuchar las pisadas de los pescadores y corre despavorido cuando escucha el balbuceo de la brisa en sus orejas y Pobre de aquel retoño que se pose en su camino.
Soy el encargado de abrirme paso por este, guiando a los pequeños niños en filas de a miles a las orillas del elefante, lugar donde muchos se mean del susto y terminan cayendo al revés en un cielo de pavor hasta dar la espalda al que les dio la oportunidad de vivir a costas de su propio pellejo, estos cagaitos de actitud resultan ser muy buenos corredores luego de huir con espaldas al agua, terminan en grupos escondidos en el interior de los valles proclamando tierras propias y criando a las generaciones caprichosas. Sin embargo atrás en los recintos del gran elefante hay quienes aceptaran darle cara, aferrados en las primeras fuertes convicciones que un ser humano puede sentir: Curiosidad, hambre y ganas de mear. Así empieza el hilo de la vida de un hombre de río. Sin perfumes ni caprichos se hacen a la fluyente ansiosa que los conoce.

Es tan fácil desconocer la intención en la mirada de sus ojos aunque por un instante sepas que una vez corriste con el culo bien pelado huyendo de las verdaderas costumbres ,las costumbres de río.

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